Costi “El Chato” bailaor, Marina González bailaora, Abraham Jiménez cante, Jose de la Miguela cante, Miguel de Aguilera guitarra
Discípulo de La Tolea, Antonio Canales y la familia de los Farruco, entre otros, el bailaor barcelonés Costi “El Chato” atesora una fecunda carrera desde que comenzó a bailar en el Tablao de Carmen con tan sólo 15 años. Farruquito o Duquende son algunos de los artistas con los que ha trabajado, y Belén López, Diego del Morao y Capullo de Jerez con los que ha compartido cartel. También ha realizado espectáculos como “Bajarí Flamenca” o “Zambreando”. “Hambre,” es su obra más personal. En compañía de un cuadro excepcional, “El Chato” nos desvela su concepción sobre el flamenco: “un arte inabarcable, infinito,” decía a El Periódico con motivo de la presentación del espectáculo. En la misma pieza añadía: “[El flamenco] es una forma de vida. Si te gusta, necesitas alimentarte constantemente y nunca tienes suficiente.” A través del baile, el toque y el cante, el Chato nos propone descubrir carácter dinámico del flamenco, es decir, su esencia.